Vivir en Andújar (Vivir Andújar, Enero 2020)

Rafael Flores

No, no es un error tipográfico. Hoy nos les hablo de las perspectivas para Andújar en el año 2020 recién nacido, ni de lo que ha dado de si el 2019 ya finiquitado, ni siquiera de lo que ha supuesto para Andújar la década que termina.

Me refiero los retos que para la ciudad se abren con la llegada de los nuevos años veinte que, en parte al menos, son consecuencia de los que se han quedado pendientes de resolución en decenios precedentes.

El mundo actual se enfrenta a retos formidables: globalización, transformación digital, cambio climático, inteligencia artificial, cambios en el mercado de trabajo, auge de los populismos…

Cuestiones todas ellas de las que oímos hablar insistentemente en los medios de comunicación, bombardeados por informaciones, en muchos casos contradictorias, que nos llegan por multitud de canales diferentes a una velocidad de vértigo.

Sin embargo, visto desde la esfera de lo local, en este caso desde Andújar, tenemos la sensación de que estos cambios, en muchos casos verdaderas revoluciones, son asuntos que se escapan a nuestra capacidad de actuación y que se dirimen en esferas que nos son ajenas, en organismos internacionales, cuando no lobbys y oscuras corporaciones que mueven secretamente los hilos de cuanto en el planeta acontece.

Pues bien, lo creamos o no, todos esos asuntos aparentemente tan distantes marcan de manera indefectible nuestra vida cotidiana, poniendo en peligro nuestra forma de vida, nuestro entorno natural y, sobre todo, el futuro de las nuevas generaciones.

Seguramente han oído o leído algo sobre la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible aprobada en 2015 por la Asamblea General de la Naciones Unidas, uno de esos organismos que, como señalaba más arriba, tan lejos nos pillan. Esta agenda plantea 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible con 169 metas que afectan a las esferas económica, social y ambiental.

Ciertamente algunos de estos objetivos, al menos en principio, se pueden escapar a nuestra capacidad de actuación cotidiana, y la de las administraciones locales, como conseguir la paz en el mundo o reducir la desigualdad entre los distintos países, pero ¿de verdad no podemos hacer nada para conseguir que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros y sostenibles, para garantizar una vida saludable y promover el bienestar en todas las edades, fomentar la innovación, el acceso a la cultura y la protección del patrimonio histórico y natural?.

A tiempo estamos de sumarnos a estos y otros retos, 2030 está a la vuelta de la esquina.

 

 

Por Redacción

Local

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *